viernes, 14 de diciembre de 2012

LOS NUEVOS ANTICOAGULANTES

Hace ahora dos años que publiqué mi primer comentario sobre el Pradaxa, presunto sustituto del Sintrom, y un año desde que publiqué el segundo. En ambos, mi posición era de cautela, recomendando que aquellos pacientes bien controlados con el Sintrom no deberían cambiar el tratamiento, antes las incertidumbres que siembre acompañan a los medicamentos realmente novedosos.
Bueno, el tiempo pasa, y me parece recomendable actualizar aquellas opiniones. Actualmente tenemos disponibles ya dos fármacos anticoagulantes autorizados sanitariamente para sustituir al Sintrom en algunos (NO en todos!!) casos. Se llaman PRADAXA, del que ya hemos hablado, y XARELTO, éste ultimo más reciente, y que aporta la indudable ventaja de que se toma una sola vez al día, en comparación con el Pradaxa, que se toma en dos dosis diarias.
¿Y cual es la opinión de las Sociedades Científicas sobre estos fármacos?. Bueno, no puede ser mejor. En las últimas Guias Clínicas de la Sociedad Europea de Cardiología, se recomienda el uso de uno de estos fármacos (no se "mojan" sobre cual es preferible) en prácticamente todos los casos en que se necesita anticoagulación. Se excluyen necesariamente, entre otros,  los pacientes con válvulas cardiacas artificiales, en los que estos Nuevos Anticoagulantes  Orales (NAO) NO están aprobados.
¿Y cual es la opinión de las Autoridades Sanitarias españolas, es decir, del Ministerio de Sanidad?. Pues el pasado mes de septiembre, la Agencia española del medicamento publicaba unas recomendaciones
(http://www.aemps.gob.es/medicamentosUsoHumano/informesPublicos/docs/criterios-aco-rev_05-09-12.pdf), que no recomiendo leer a profanos por su carácter técnico y farragoso. Pero que pueden resumirse así: el Sintrom continua siendo el tratamiento de elección para la prevención del tromboembolismo en pacientes con FIBRILACIÓN AURICULAR NO VALVULAR, es decir en aquellos pacientes que también podrían usar los NAO. Y señala en que casos podrían o deberían los médicos recomendar los NAO, aunque su financiación por la Seguridad Social depende en cada caso de la Comunidad Autónoma correspondiente.
Esencialmente, se recoge lo que yo me imaginaba hace dos años: deben pasarse a los NAO aquellos pacientes con un mal control de INR (el análisis que se utiliza para ajustar la dosis de Sintrom, y que tanto incordio representa para muchos pacientes) o en aquellos en los que el Sintrom ha producido hemorragias o no ha sido capaz de evitar una embolia. Este análisis no es exhaustivo, pero bastante indicativo del contenido del documento para un profano, que es de lo que aquí se trata.
¿Quiere decir esto que el resto de los pacientes no pueden o deben tomar los NAO?. En mi opinión, en absoluto. Es un intento de homogeneizar criterios, pero choca frontalmente con las recomendaciones de las sociedades científicas, y debe mirarse más por el lado economicista que por el estrictamente científico. Es comprensible, el descalabro para las finanzas de la Seguridad Social que supondría si todos los pacientes cambiaran el Sintrom por los NAO, seria inmenso.
Pero si usted puede y quiere tomar un NAO y dejar el Sintrom, cientificamente no hay motivo para oponerse (dejo al margen algunas situaciones especiales, como el uso concomitante de antiagregantes plaquetarios, que su cardiólogo debe valorar antes de proceder al cambio de tratamiento).
Lo que pasa es que probablemente la SS no le va a pagar el medicamento. Pero esto ya es cuestión de dinero, no de ciencia. Si usted puede permitirse el pagar los aproximadamente 90 € que cuesta el tratamiento mensual con un NAO, es cosa suya hacerlo. Su cardiólogo seguramente no le pondrá inconvenientes (insisto, hay que valorar cada caso), y actualmente no hay motivo para oponerse de forma general.
Las cosas, evidentemente, pueden cambiar si en algún momento se descubren efectos indeseables de los NAO, pero eso pasa con cualquier fármaco novedoso. Y hoy donde estamos es aquí.
Hasta pronto!