La estenosis aórtica (imposibilidad de que la válvula aórtica se abra correctamente y deje salir la sangre desde el corazón hasta la gran arteria aorta) es actualmente la enfermedad valvular más frecuente. Teniendo en cuenta la rareza que supone la fiebre reumática en nuestros días, la causa mas frecuente de una estenosis aórtica es degenerativa, es decir un desgaste producido por la edad y el deposito de calcio, que impide el correcto funcionamiento de la válvula. La segunda causa mas frecuente es la válvula aórtica congenitamente dañada, que se ve en personas mas jóvenes (aorta bicúspide).
En todos los casos, cuando la válvula no puede abrir un mínimo, necesita ser reemplazada. Hasta hace relativamente pocos años, la única opción era la cirugía, extirpando la válvula dañada y reemplazándola por una nueva. Estas prótesis valvulares pueden ser de dos tipos: mecánicas, elaboradas con materiales artificiales, o biológicas, elaboradas con tejidos biológicos de vaca o cerdo. Cada una de ellas tiene sus ventajas (las mecánicas la duración, que es indefinida) y sus inconvenientes (las mecánicas necesitan anticoagulación con Sintrom de por vida). Las prótesis biológicas no necesitan anticoagulación, pero a cambio tienen una duración limitada, pudiendo degenerar y necesitar un nuevo recambio al cabo de los años.
Pero la ciencia y la ingenieria médica siguen proporcionándonos soluciones cada vez más sencillas. . Desde hace unos años existen otro tipo de válvulas que pueden implantarse vía cateterismo, sin necesidad de cirugía. Son las llamadas TAVI (siglas de Transcatheter Aortic Valve Implantation ), válvulas biológicas que vienen preparadas sobre un catéter y que no necesitan de una cirugía convencional para su colocación. Estas válvulas se empezaron utilizando en aquellos paciente que por edad o coexistencia de otras enfermedades no eran candidatos a la cirugía, pero los buenos resultados han hecho que se esté cuestionando la posibilidad de que muchos de los pacientes que actualmente se operan puedan prescindir de la cirugía, aunque no sean pacientes de alto riesgo quirúrgico.
Los pacientes, en este caso, no precisan pasar por el quirófano. En una sala de cateterismos, sin necesidad de anestesia total,sólo con sedación profunda, se les hace una punción en la arteria femoral, se inserta un catéter con la válvula comprimida, cuando está en el sitio adecuado se hincha el balón, y la válvula queda colocada y funcionando perfectamente. En menos de una hora está todo resuelto y terminado. El paciente podrá ser dado de alta, en la mayoría de los casos, en pocos días y en perfecto estado (cardiológicamente hablando, claro).
Es obvio que existe la posibilidad de complicaciones, como también las puede haber en la cirugía. Pero la experiencia de muchos hemodinamistas en estos procedimientos ha hecho bajar la tasa de complicaciones a niveles muy aceptables. También es obvio que no todos los pacientes se pueden beneficiar de este sistema, hay que cumplir determinados requisitos anatómicos que permitan su utilización. Pero, en aquellos casos en que sea posible, el implante de una TAVI será una alternativa valida y recomendable para muchos pacientes que actualmente no tienen otra opción que pasar por el quirófano. En estos momentos, su utilización no sólo está limitada por motivos médicos (sólo a pacientes inoperables), sino también económicos, ya que estas válvulas son caras y las administraciones y seguros sanitarios restringen por este motivo su uso. Pero las cosas van a cambiar pronto: desde el punto de vista médico, nadie duda que las indicaciones se van a ampliar a todo tipo de pacientes en un futuro próximo. Y desde el punto de vista económico, el mayor consumo y la competencia entre las casas comerciales (actualmente hay cinco que comercializan este tipo de prótesis) hará sin duda que bajen los precios, lo que permitirá que este procedimiento sea muy competitivo también en términos económicos con la cirugía, ahorrando no sólo dinero (menos estancia en UCI y en el hospital, menos necesidad de soporte medicamentoso y de dispositivos, etc) sino sufrimientos a muchas personas que actualmente tienen que someterse a un procedimiento muy invasivo y de lenta recuperación.
Las TAVI son el futuro del tratamiento de la estenosis aórtica, hay pocas dudas de ello.
Las TAVI son el futuro del tratamiento de la estenosis aórtica, hay pocas dudas de ello.
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