Ya vimos que la Fibrilación auricular (FA) se puede presentar de forma aguda (paroxística) o crónica. En la FA paroxística, el ritmo cardiaco normal, que llamamos sinusal, es sustituido por el ritmo anómalo de la fibrilación de una manera súbita. La duración de los episodios es variable, desde segundos hasta dias, y generalmente el ritmo vuelve a la normalidad espontaneamente, aunque en ocasiones es preciso administrar un tratamiento para conseguir quitar la fibrilación.
Habitualmente los pacientes notan la aparicion de la arritmia, ya que las pulsaciones suelen ser muy rápidas, pero esto no ocurre siempre, y en ocasiones los episodios pasan desapercibidos.
La FA paroxística puede presentarse tanto en pacientes que tengan enfermedades conocidas del corazon (por ejemplo de las valvulas, o un infarto), lo que es más fácil de entender, pero también puede aparecer en personas que tienen un corazón anatomicamente "sano", y en estos casos desconocemos las causas en la mayoría de los casos.
Cuando una persona tiene episodios de FA paroxística por primera vez, debe ser estudiado con cierta profundidad por un cardiólogo, para descartar enfermedades cardiacas como origen de la arritmia. Esto suele hacerse con un Ecocardiograma, quizá un Holter de ECG (ver entradas correspondientes) y a veces una prueba de esfuerzo, entre las pruebas más sencillas y habituales. Más raramente, será necesario recurrir a técnicas más complejas, como cateterismos. Si todo es normal, decimos que el paciente tiene una FA sin "cardiopatia estructural", es decir, que aparentemente el corazón es un corazón sano.
La evolución de una FA paroxística es bastante impredecible, ya que después de un primer episodio puede tardar meses o años en presentarse otro, pero es imposible de saber. Sólo el tiempo y la evolución de los episodios nos irá marcando la pauta a seguir y la necesidad de usar unos tratamientos u otros.
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