lunes, 19 de enero de 2009

LAS DISLIPEMIAS: COLESTEROL Y TRIGLICÉRIDOS (I)


Se denomina dislipemia a las situaciones en la que los niveles de lípidos (grasas) en sangre están alterados, generalmente aumentados. Los lípidos más importantes son el colesterol, que tiene diferentes fracciones, y los triglicéridos. En España los niveles de lípidos se suelen expresar como miligramos por decilitro (un decilitro equivale a 100 centímetros cúbicos). Es posible que usted vea en sus análisis el colesterol expresado en milimoles por decilitro, que se usa más en Estados Unidos, pero nos vamos a limitar aquí a la unidad en miligramos, repetimos que la más       frecuentemente usada en España.

 

El  aumento de los niveles de colesterol en sangre es uno de los factores de riesgo más importante para la aparición de enfermedades cardiovasculares.

 

Existen diversos tipos de colesterol. La suma de los valores de todos ellos  es lo que se denomina COLESTEROL TOTAL, siendo las dos fracciones más importantes el COLESTEROL LDL (siglas en inglés de Low Density Lipoproteins) y el COLESTEROL HDL (High Density Lipoproteins)

 

El Colesterol total debe, en líneas generales, ser menor a 200 mg/dl

El Colesterol HDL es el llamado “colesterol bueno”, ya que tiene efectos protectores sobre las arterias. Debe ser superior a 40 mg/dl en varones y 50 mg/dl en mujeres

El Colesterol LDL aceptable , en cambio, puede variar según el perfil de los pacientes.

 

Los valores de colesterol son frecuentemente una fuente de confusión cuando los pacientes ven el resultado de sus análisis. Así, muchos no entienden que, a igualdad de cifras, en unos casos se recomiende tratamiento con medicamentos y en otros no. La explicación es bastante obvia.

 No es lo mismo encontrar niveles elevados de colesterol en una persona con múltiples factores de riesgo (fumador e hipertenso, por ejemplo) que en otra sin ellos. La actuación deberá ser más agresiva cuantos más factores de riesgo se acumulen, por lo que los niveles aceptables de colesterol variarán de persona a persona. Por tanto, será su  médico el que debe determinar si usted tiene los niveles correctos o necesita reducirlos para disminuir el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares.

  Desgraciadamente, hay pocos medicamentos eficaces para aumentar de forma sustancial los   niveles del colesterol “bueno”, el HDL. Por ello, estas personas deben mejorar sus hábitos de vida, haciendo más ejercicio, manteniendo su peso ideal y mejorando su dieta.

 

Afortunadamente, sí disponemos de medicamentos muy eficaces para reducir los niveles del colesterol “malo”, el LDL, cuando se necesita. El “cuando” se necesita utilizar estos medicamentos variará según los casos, dependiendo el perfil de riesgo del paciente.

El nivel recomendado en la actualidad para el colesterol LDL (el “malo”) se establece según el número de factores de riesgo cardiovascular (FRC) que tenga el paciente. Cuantos más acumule, más bajo debe tener el LDL. A este efecto se consideran como principales factores de riesgo la HTA, el tabaquismo y el tener un colesterol HDL bajo. Por tanto:

 

-Personas sin ningún FRC pueden tener un LDL de hasta 160, y no se inicia tratamiento con medicamentos de inmediato hasta que no tienen 190 mg/dl

-Personas con un FRC pueden tener hasta 130 mg /dl de LDL

  -Personas con dos o más FRC deben tener menos de 100 mg/dl de LDL. En este nivel se incluye a todos los diabéticos, que por el hecho de serlo ya tienen un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular, y a todos los pacientes diagnosticados de arteriosclerosis, a cualquier nivel arterial: carótidas, renales, coronarias, aorta, etc, para prevenir la progresión de la enfermedad.

 

 

 

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